La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos denunciaron una serie de “ataques, amenazas e intimidaciones” a pueblos indígenas en Brasil que terminaron con la muerte de al menos dos indígenas.
A través de un comunicado, los organismos internacionales llaman al Estado “a investigar y sancionar” estos casos y a implementar “medidas urgentes y efectivas para proteger la vida y la integridad, tanto de quienes forman parte de estos pueblos como de quienes defienden sus derechos”.
La oficina regional para América del Sur del Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos y el organismo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) recordaron dos ataques ocurridos en el ultimo mes. El 24 de junio, dos comunidades guaraní y kaiowá fueron atacados por policías militares y civiles en procesos de desalojo de tierras consideradas ancestrales por los indígenas en el estado Mato Grosso do Sul.
“Durante los diferentes operativos, los agentes dispararon desde tierra y también desde un helicóptero, lo que habría dejado como resultado un indígena muerto y más de 10 heridos, entre ellos mujeres y niños”, denunciaron las organizaciones. Agregaron que los operativos se habrían realizado sin autorización judicial y en desacuerdo con las disposiciones del Supremo Tribunal Federal.
Asimismo, el 15 de junio un indígena de 61 años fue asesinado a golpes por policías militares en Pernambuco. La víctima había sido acusada de portación de arma.
En lo que va del año, según registros de la CIDH seis indígenas fueron asesinados, cifra que supera las cuatro muertes registradas en todo el año de 2021. Por último, el documento recuerda también el asesinato del indigenista Bruno Pereira y del periodista inglés Dom Phillips.
La Comisión Pastoral de la Tierra, vinculada al Episcopado brasileño, contabilizó en 2021 35 asesinatos vinculados a conflictos en el campo, incluyendo tanto a indígenas como a trabajadores rurales. A esto suma que 109 personas perdieron la vida tras enfrentamientos vinculados al conflicto por la tierra, por heridas o problemas de salud derivados.
A raíz de los ataques, la CIDH otorgó medidas cautelares a favor de los pueblos indígenas Guajajara, Awá, Munduruku, Yanomami y Ye’kwana y solicitó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos medidas provisionales estos últimos dos.
Conflictos por tierras indígenas
Ademas, la ONU y la CIDH «recuerdan la importancia de agilizar la resolución de solicitudes de delimitación, demarcación y titulación de tierras y territorios tradicionales de conformidad con los estándares internacionales e interamericanos”.
Comunidades de pueblos originarios siguen a la espera de una resolución del Supremo Tribunal Federal sobre la validez del «marco temporal». El denominado “marco temporal” establece que los pueblos indígenas sólo pueden reclamar las tierras que ocuparon hasta 1988, antes de la promulgación de la Constitución Federal.
En tanto, los indígenas consideran que este argumento jurídico no toma en cuenta los desplazamientos forzosos a los que se sometió a estas comunidades a lo largo de la historia de Brasil, especialmente durante la dictadura militar (1964-1985).
La posibilidad de implementar el marco temporal había sido descartada, pero tras la elección de Jair Bolsonaro como presidente, en 2018, jueces de primera instancia volvieron a utilizar este argumento para fallar en contra de los intereses de los indígenas. Varios de estos casos llegaron a la máxima corte brasileña, que ha postergado su pronunciamiento al respecto.
Fuente: Página 12.
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