El gobierno canadiense instó a sus provincias a no desperdiciar miles de dosis de la vacuna AstraZeneca que vencen en unos días. Así lo explicitó la ministra de Salud, Patty Hajdu en una carta en la que sugirió a provincias que no pueden aplicar las dosis la donación de partidas a otros distritos del país que sí pueden realizar las aplicaciones.
Hajdu ofreció apoyo federal para ayudar a garantizar que las dosis no se desperdicien. Argumentó que la Agencia de Salud Pública de Canadá puede ayudar con la logística y la coordinación si una provincia o territorio llega a la conclusión de que no puede usar todas sus dosis antes de la fecha de vencimiento y quiere transferirlas a otra parte del país. El tema fue objeto de conversación entre el primer ministro Justin Trudeau y los primeros ministros de las provincias.
La ministra remarcó en la misiva que hay «una creciente preocupación con respecto a las dosis de la vacuna AstraZeneca que expirará a fines de mayo». Añadió que «quiero ofrecer apoyo para asegurar que estas dosis se utilicen antes de que caduquen para que podamos seguir ofreciendo segundas dosis a los canadienses y evitar el desperdicio de vacunas».
También subrayó que «minimizar el desperdicio nos permitirá ofrecer segundas dosis de AstraZeneca para vacunar completamente a las personas más rápido, lo que a su vez apoyará la reapertura segura de nuestras comunidades y nuestra economía». En ese sentido, recomendó a aquellas provincias que no puedan usar las vacunas antes de la fecha de vencimiento «comunicarse con otras provincias que pueden estar bien posicionadas para administrar estas dosis dentro de su sistema».
No está claro cuántas dosis corren el riesgo de echarse a perder. Ontario lucha por usar unas 45 mil vacunas de AstraZeneca para fines de mayo, antes que se venzan en junio. Manitoba informó que tiene 7 mil dosis a punto de vencerse.
La mayoría de las provincias dejaron de administrar las primeras dosis de AstraZeneca a principios de mayo debido al riesgo de que los vacunados desarrollen una condición de coagulación sanguínea poco común pero potencialmente fatal. El riesgo de coágulos de sangre es mucho menor después de la segunda dosis.
El viernes pasado, Ontario anunció que comenzaría a administrar la segunda dosis de AstraZeneca a quienes recibieron la primera inyección entre el 10 y el 19 de marzo. Desde esa fecha, las personas que intentan acceder a esas segundas dosis han tenido dificultades para encontrar farmacias que realmente tengan vacunas de AstraZeneca para administrar.
El caso de Canadá es paradigmático a nivel mundial. El país tiene 37,7 millones de habitantes, y en diciembre de 2020, cuando comenzó la comercialización de las vacunas, firmó contratos con siete farmacéuticas por 414 millones dosis. Considerando que se precisan dos dosis por persona, el país adquirió seis vacunas por habitante. El gobierno de Trudeau acordó la provisión de vacunas de AstraZeneca, Pfizer, Moderna, Sanofi, Novavax, Johnson & Johnson, y Medicago-GlaxoSmithKline.
El embajador argentino en México, Carlos Tomada, se mostró crítico de la actitud de acaparamiento de vacunas que tuvo Canadá. «La vacuna tiene que ser declarada un bien universal», dijo por Canal 9. «Recibe en cuentagotas, porque padecer, padecemos todos», añadió el ex ministro de Trabajo.
Fuente: Página 12.
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