“El río Salado está completamente seco, ya ni siquiera es un río agonizante”, dijo ayer martes la médica veterinaria de Santa Isabel Juana de Ugalde, integrante de la Asamblea por los Ríos. La vecina dialogó con Radio Noticias 99.5 desde la provincia de Neuquén, donde se encuentra pasando unos días. Desde allí celebró las lluvias que el lunes cayeron la zona oeste de la provincia.
“Cuando llueve en el oeste, nos alegramos mucho, damos las gracias y enseguida empieza a haber olor a tortas fritas en el aire. Es matemático. El paisaje cambia inmediatamente, porque somos un provincia de mucho viento, como toda provincia patagónica, entonces cuando llueve la vegetación se lava y se hace más verde, cobra vida. Somos muy agradecidos con el agua aunque sea poca”, afirmó.
-¿Cuál es el régimen de lluvias de Santa Isabel?
-En Santa Isabel tenemos un régimen de 300 milímetros anuales, pero no creo que caigan esos 300 milímetros. Hay una estación meteorológica de la provincia en nuestro laboratorio, pero no la controlamos nosotros. Llueve muy poco. Menos de la mitad de lo que llueve en Santa Rosa. Cada año, cada verano, la problemática se profundiza. Ahora me enviaron una foto del río Salado, que está completamente muerto, ni siquiera es un río agonizante. Estuvimos durante el año hablando sobre las napas, que se salinizan, se profundizan , se arruinan y los productores tienen dificultades para darles agua a sus animales.
-¿Cómo está la producción agropecuaria?
-La producción agropecuaria está mal. La sequía y los incendios nos están afectando. Hay muchos productores que han perdido muchas cabezas de ganado, alambrados, pastizales… Todo esto ocurre muy favorecido por la sequía. En las zonas donde no hubo incendios, la sequía está haciendo estragos, no solo en los pastizales sino en las napas, los productores andan de un lado para el otro con sus animales buscando campos. Los caprinos son más resistentes a la sequía, comen otras cosas que las vacas no comen, tienen menos requerimientos. La cabra es una máquina metabólica muy buena. Pero mucha gente tiene vacunos y las vacas sufren mucho más. El municipio asiste con alimentos a los productores, pero no alcanza, necesitamos que llueva, que crezcan los pastizales, y sobre todo que corra el río, que se alimenten las napas y que el productor pueda tener agua buena en sus molinos.
-¿Si el río ingresara a la provincia con un caudal fijo, es posible que aumente el régimen de lluvias?
-Sí, yo he aprendido mucho con Beatriz Dillon, cuando los equipos de investigación de la UNLPam vienen al oeste, acompañándolos en sus recorridas. Ella es una mujer que sabe un montón de la geografía de la provincia y es una gran apasionada de la geografía pampeana, una militante del turismo en la provincia. He recorrido muchos lugares con ella, preguntando y aprendiendo. Los humedales que se han perdido en la provincia de La Pampa, que son grandes cuerpos evaporíticos, que hoy están secos, salinizados, han dejado de producir evaporación y han cortado el ciclo del agua.
Fuente: La Arena
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