¿Cómo llegar a un bienestar en salud a los 70 u 80 años?
¿Se puede o es una utopía?
Por supuesto que esto se puede!!
Pero es un trabajo que tiene que empezar a los 30 años porque los hábitos alimentarios dan resultado en el tiempo, con la repetición, con la prolijidad en el consumo y con la mejor selección alimentaria en el supermercado.
Muchas personas, hoy día tanto mujeres como varones, destinan una parte de su tiempo libre a estar mejor, físicamente mejor. Por ejemplo tomar sol, hacerse un baño de crema en el pelo, pintarse las uñas, tal vez una limpieza de cutis, un corte de pelo diferente, cambiar el look vistiendo de una manera diferente, otro corte en la barba, otros se dedican a mimos un poco más caros y optan por ir a los gabinetes de estética, comprar cremas anti age, indumentaria de marca, y mil opciones más con el objetivo de “verse bien”
Es como un legado social que todos intentamos seguir al pie de la letra y que nos hace querer estar «más lindos y más jóvenes».
Y vos seguro te estás preguntando ¿Que tiene que ver la nutrición con todo esto?
¿Sabías que una alimentación saludable te garantiza más juventud y más belleza?
Pero rara vez he visto que la nutrición se incluya dentro del ritual de belleza.
Por eso hoy te quiero explicar el por qué es importante incorporar los buenos hábitos como parte de los cuidados personales anti-edad.
El envejecimiento es un proceso que se produce durante toda la vida, se empieza a envejecer el mismo día en que dejamos de crecer. Está comprobado que el envejecimiento se manifiesta menos en aquellos que tienen una buena calidad alimentaria.
La predisposición genética, la raza y el género tienen gran peso sobre los mecanismos de envejecimiento y también sobre la aparición de algunas enfermedades. Pero, más allá de todos estos factores, una buena alimentación determina cuanto se puede demorar este proceso natural de envejecimiento
Para que esto ocurra tenés que pensar que tu alimentación debe ser:
COMPLETA: No debe faltarle ningún nutriente ni vitaminas ni minerales ni agua. Esta última es fundamental para la belleza de la piel y el cabello.
ARMÓNICA: Todos los nutrientes deben guardar cierta armonía y proporción entre ellos. El 50% de tus ingestas deben contener Hidratos de Carbono (en lo posible con fibra integrada), el 20% proteínas de buena calidad y dejar el 30% restante para las grasas saludables y los ácidos grasos esenciales. NO ES SALUDABLE DEJAR DE COMER NINGUNO DE ESTOS NUTRIENTES. Además las vitaminas, los minerales y el agua también tienen que estar presentes y en una relación armónica entre ellos.
ADECUADA: Cada persona necesita un aporte personal y adecuado de nutrientes. Adecuado a la edad, el sexo, la talla, las enfermedades que tenga, la situación biológica que atraviese, la actividad física que realice, los horarios disponibles para comer tranquilo, las posibilidades económicas, los gustos y apetencias, y muchas situaciones mas.
SUFICIENTE: Lo que consumas debería ser lo que necesitas, ni más ni menos, comer la misma cantidad de calorías que gastas. De esta forma vas a mantener para siempre tu peso sin ninguna alteración en la balanza. Si comes más de lo que gastás se inicia la lipogénesis o sea el depósito de grasa y entonces engordás. Si comes menos calorías que las que gastás se produce la lipólisis o sea que bajas de peso
Entonces, si tu objetivo es llegar bien a tu tercera y cuarta edad, empezar ahora es la mejor decisión. Un pequeño cambio positivo cada día y vas a ver grandes resultados
Y completando esto no debe faltar la actividad física que es la que activa todas nuestras funciones corporales y debe estar presente por lo menos 3 o 4 veces por semana.
Y por último deberías ver qué tipo de distribución de grasa corporal tenés para saber a qué enfermedades estás expuesto y poder prevenir antes de que aparezcan.
Si tenés una distribución en forma de pera, distribución de grasa ginoide (mirá la foto) hay un aumento de los depósitos grasos femoroglúteos. En este caso tenés bajo riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas, aunque un alto riesgo de presentar enfermedades venosas, linfáticas, y articulares. Si este es tu caso la recomendación sería: aumentar la ingesta de agua y de fibra alimentaria, hacer actividad aeróbica de caminata o bicicleta pero asociada con trabajo de sobrecarga muscular y no olvidarte de consumir calcio y proteínas para reforzar tus articulaciones.
Si tenés una distribución en forma de manzana, distribución de grasa androide (mirá la foto), el tejido adiposo se acumula en la mitad superior del cuerpo y en especial se deposita en el abdomen. En este caso el riesgo más probable está en desarrollar enfermedades metabólicas (diabetes tipo 2, dislipemia, e hipertensión arterial, enfermedades cardíacas y cardiometabólicas). Se este es tu caso la recomendación sería: modificar tu forma de comer de manera que se acerque al patrón de dieta mediterránea, aumentar los pescados y el omega 3, las verduras y las frutas y controlar sobre todo los excesos de tu peso corporal. La actividad física debería ser sobre todo aeróbica.
Ya con esto tenes un pantallazo bastante general pero que, sin embargo, te va a servir para identificarte con alguno de los casos y empezar a mejorar tu forma de comer
PARA RECORDAR: Si lo intentás podés perder pero si no lo intentas ya estas perdiendo la oportunidad.