Una parte del Hospital Misericordia de Córdoba, en el barrio Cáceres, se derrumbó en la madrugada de este martes provocando graves daños materiales en el edificio. En ese momento, el sector se encontraba vacío, por lo que no hubo muertos ni heridos.
Roberto Ramos, delegado de ATE del centro de salud, contó que el hecho ocurrió a las 5.30 de la mañana «en la parte de la fachada» de la estructura vieja, «en el ingreso del personal y el público por Belgrano y Richardson».
Gracias «a Dios», advirtió el trabajador en diálogo con radio Suquía, se evitó una tragedia dado que esto «sucedió cuando estaba cerrada esa parte», ya que el personal y los pacientes recién comienzan a circular por allí alrededor de las 6 de la mañana.
Según denunció Ramos, el desplome fue consecuencia de la «desidia del Estado». «En esa parte empezó habiendo pérdida de agua y nunca hubo mantenimiento», remarcó.
Con problemas de vieja data
El hospital Misericordia se creó en 1922 para atender la demanda de la población que vivía en los barrios aledaños y de pacientes que llegaban de distintas provincias con tuberculosis. En marzo de 2011, Córdoba inauguró un nuevo edificio al lado que demandó una inversión de 90 millones de pesos, para una infraestructura edilicia de 13 mil metros cuadrados.
Sin embargo, precisó a Página/12 Roberto Calvetti, pro secretario gremial de Ate Córdoba y trabajador de salud de una maternidad provincial, la parte vieja del hospital «se sigue usando como forma de ingreso, ya que para entrar directamente por el edificio nuevo hay que pasar por un barrio donde hay muchos arrebatos». En la estructura de 1922 también funciona una farmacia hospitalaria y algunos consultorios.
«Es un edificio viejo que ha tenido poco mantenimiento», coincidió con Ramos. «Antes, en la provincia, había personal de mantenimiento o servicios generales dentro de la estructura del Estado pero hace mucho que esos puestos no se renuevan. Van muriendo compañeros, o se van jubilando, y el gobierno no los repone», indicó el secretario gremial.
Actualmente, explicó, «es el hospital el que contrata a privados para que hagan el mantenimiento, con el aval del gobierno. Pero no se sabe con qué criterios, es algo autónomo de cada hospital».
Para Calvetti, se trata de un problema global que Córdoba arrastra desde hace años: «Esta provincia es muy neoliberal. Se encarga de hacer hermosas publicidades en todos los medios sobre obras de circunvalación, desagües y hospitales modulares para covid pero no mantiene los edificios viejos, que es donde mucha gente se sigue atendiendo», señaló.
El nuevo hospital
Griselda Gómez es trabajadora del servicio de terapia intensiva del Hospital Misericordia desde 2008, aunque actualmente, con la pandemia, se encuentra cumpliendo una licencia por ser personal de riesgo. En diálogo con este medio, aclaró que los problemas que aquejan al nosocomio «no son exclusivos de la estructura vieja».
«Hace un tiempo, con otra compañera, hicimos varios reclamos porque la parte nueva del hospital también está en pésimas condiciones. Algunas cosas fueron arregladas, pero muchas otras no», aseguró.
«Hay sectores partidos, en algunos lugares se está inclinando el piso (ya que fue construido sobre terreno rellenado), los ascensores jamás andan, la terapia intensiva de adultos no tiene salida de emergencia, por lo cual si hay un incendio no hay forma de evacuar a los pacientes. También hay filtraciones por los techos», enumeró.
Lo que ocurrió este martes, concluyó, podría haber acabado en una lamentable tragedia ya que «la infraestructura es un desastre. Y no se trata de algo menor, sino de la vida de los trabajadores y de los pacientes».
Fuente: Página 12.
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