En principio debo aclarar que yo soy Licenciada en Nutrición, no soy profesora de educación física por ende solo voy a escribir sobre la relación entre alimentación y actividad física
Si bien todos podemos movernos, la actividad física es otra cosa.
El movimiento sin intención es natural en el ser humano, pero cuando le ponemos intención como: gastar calorías, aumentar la musculatura, mejorar la distribución de la grasa, definir contornos, estilizar, etc se transforma en una actividad que tiene que ser “supervisada” o “asistida” por un Licenciado en Educación Física. Ellos son los únicos profesionales preparados para hacer esta labor. Los deportistas, los fit, los runners pueden tener buena intención pero no tienen la formación académica como para hacer este trabajo. Los nutricionistas tampoco.
Entonces ¿de qué voy a hablar? De la relación entre la nutrición y la actividad física que es el tema que me compete.
- Hay situaciones personales en las cuales hacer “actividad física con intención” es un riesgo. Por ejemplo: obesidad mórbida, afecciones cardíacas y cardiovasculares, trombosis venosas, disnea, asma asociado a sobrepeso u obesidad, diabetes no controlada, etc. En estos casos el paciente solo tiene que hacer “actividad sin intención” como moverse y caminar un poco más de lo habitual.
- Antes de seleccionar una actividad física tenés que pensar si vas a poder sostenerla toda la vida: en vacaciones, en épocas de trabajo, en verano e invierno. La razón es porque tu plan alimentario tiene que ser modificado dependiendo de la actividad que puedas sostener. Y los altibajos como son asistir una semana al gimnasio y dos no, modifican la cantidad de calorías que tu cuerpo almacena.
- Otro punto muy importante es si esa actividad que elegiste te genera placer. Tenés que sentir que es para vos, que te hace sentir bien, que te pone en estado de plenitud, que la necesitas como parte de tu rutina para ser feliz.
- El horario, la frecuencia y la intensidad también te tienen que resultar cómodos. ¿Sirve estar estresado y corriendo todo el día para llegar a horario al gimnasio? Seguro que no. Eso no es saludable.
- Si la actividad es en grupo o en equipo tenés que sentirte cómodo/a también en ese grupo. Si te sentís observado, exigido, criticado por el resto del equipo, esto deja de ser saludable para vos.
- Y respecto de las comidas: la actividad física se realiza con el estómago vacío. Por lo menos tenés que esperar 2 horas después de la última ingesta para hacer “actividad física con intención”. Y cuando se trata de entrenamientos con intención de competencia el Plan Alimentario también debe ser elaborado por un Lic. en Nutrición especialista en deportes que tenga en cuenta una infinidad de detalles: desde el tipo de entrenamiento, los METs usados, los horarios de competencia y entrenamiento, el tipo de entrenamiento anabólico o catabólico, el timing metabólico post entreno, y un montón de detalles más. Ahora: ni el Licenciado en Educación Física indica alimentos ni el Lic. en Nutrición indica entrenamientos.
PARA QUE RECUERDES: Es fundamental además de todos los puntos anteriores que evites la mentalidad del “Todo o Nada”. Elegí bien, a conciencia y practicá Actividad Física toda la vida.
Licenciada en Nutrición. Radicada en La Pampa.
Jefa del Servicio de Nutrición de Clínica Modelo.
Desarrolla su actividad profesional en Nutrición Clínica en Torre Médica, 5º Piso.
Escritora del sitio de Nutrición basada en evidencia científica de Facebook
e Instagram.
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