A un año y medio de su sanción (20/11/19) y por las demoras debidas a la pandemia covid 19 el gobierno reglamentó la ley a través del decreto 375/2021. Esta ley establece que es obligatorio en todo el país el uso del SUNITI (Sistema Único Normalizado de Talles de Indumentaria) para la fabricación, confección, importación y comercialización (tanto presencial como digital) de indumentaria. Esta normativa abarca a la ropa fabricada para personas a partir de los 12 años.
¿Por qué es importante estar protegidos por esta ley?
Porque hasta ahora cuando ibas a comprar una prenda podías encontrar un talle 40 de 3 o 4 tamaños diferentes dependiendo de la fábrica o de la marca.
Por eso algunas marcas “te entraban” y otras no. Lo que estaba mal no era tu cuerpo sino el tamaño que el fabricante le dio a esa prenda. Ahora el próximo paso (en los próximos 240 días) es elaborar un estudio antropométrico donde queden estandarizadas las formas, medidas y tamaños que tengan que ver con la realidad de la población argentina y en base a esto se establecerán los talles SUNITI que regirán para todas las prendas.
¿QUIÉN NECESITA A QUIÉN?
La realidad es que si bien las marcas y fábricas de prendas aspiran a mostrar un “perfil de cuerpo delgado socialmente aceptado” deberán entender que sin consumidores no hay empresa con superávit. Y los consumidores deberemos darle mucha importancia al acto de la compra en sí mismo porque eligiendo talles reales nos estamos manifestando.
DE LA LEY DE TALLES A LA NUTRICIÓN
Las personas que padecen obesidad en nuestro país hasta ahora siempre han pasado por la triste experiencia de “rastrear ropa” adecuada para ellos la mayoría de las veces sin éxito. Y cuando en realidad comprarse ropa debería ser una actividad que genera satisfacción y placer se transforma en una experiencia triste y angustiante que muchas veces genera tanto estrés y ansiedad que terminan aumentando la ingesta extra de calorías, azúcar y grasa solo para calmar las emociones negativas.
Una vez implementada esta ley el desafío de vestirse va a dejar de ser un desafío para muchos. Pensemos que “esos muchos” son el 60% de nuestra población que según el último censo es la que padece sobrepeso u obesidad.
Seis de cada diez argentinos van a estar mejor una vez se hagan todos estos cambios.
IMAGINANDO EL FUTURO
Y si me pongo absolutamente positiva e imagino un futuro mejor para las personas que padecen obesidad pienso en gente que podrá tener una amplia variedad para elegir y comprar, que la prenda le resulte cómoda en cada una de las partes de su cuerpo incluyendo las piernas (pensemos que hay pantalones con piernas que tienen el diámetro de un brazo normal), gente que podrá elegir sin miedo a probarse y entrar en probadores reales donde se puedan extender los brazos sin chocarse las paredes, comercios en donde ninguna empleada les diga “para vos no hay talles” o “esto que te gusta viene en talle único” y que no haya que “saltar” para que entre la cola del jeans.
Y con ese grado de confort con uno mismo ¿no será más fácil aprender a comer?
¿Utopía? Tal vez. Falta mucho aún pero este es un gran comienzo y luego esperaremos el etiquetado frontal y más verdad en las alegaciones de salud y más confianza en la industria alimentaria argentina y tantas modificaciones más que tienen que ver con la salud de nuestra población
PARA RECORDAR: Dentro del inventario de cosas positivas del 2021 esta noticia puede estar en los primeros lugares.
Licenciada en Nutrición. Radicada en La Pampa.
Jefa del Servicio de Nutrición de Clínica Modelo.
Desarrolla su actividad profesional en Nutrición Clínica en Torre Médica, 5º Piso.
Escritora del sitio de Nutrición basada en evidencia científica de Facebook
e Instagram.
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